Uno de los
grandes misterios de nuestro mundo, unido a uno de los deseos más populares del ser humano
es el viajar en el tiempo, es tanto
así, que uno de los grandes escritores del siglo XIX, H. G. Wells publico en
1895 una historia de ciencia ficción que encandilo en aquella época a más de
uno y que aún lo sigue haciendo en nuestros días, “La máquina del tiempo”.
¿Uno de los
grandes misterios de nuestro mundo?, mi respuesta es sí, ya que por inverosímil
que sea, se han encontrado en varias partes del mundo artilugios modernos y actuales
en excavaciones y tumbas de épocas muy remotas y daremos algunos ejemplos.
En la
estación de metro Kievskaia en Rusia, abierta al público en los años 50, existen
varias pinturas de una hermosura exquisita que decoran esta estación, como en
tantas otras del metro ruso, pero en una de las pinturas aparece un individuo del
ejército rojo con lo que parece hablar por un teléfono móvil. Sabemos que los
teléfonos de la segunda guerra mundial para comunicarse entre oficiales y
soldados eran de un tamaño un poco descomunal, pero este parece ser muy
pequeño.
Tenemos
conocimiento de que los antiguos egipcios nos han transmitido una gran cantidad
de incógnitas pero una de ellas es un poco especial, en la tumba del faraón
Semempses encontraron un objeto hecho de cristal de roca pulido con gran
exactitud, con una perfección inédita para aquella época, siendo necesario pulirla
con oxido de cerio que supuestamente se descubrió en 1803, los científicos y
arqueólogos consideran a este objeto una lupa. ¿Para que la utilizaron? ¿Con algún
propósito especial?
En la
iglesia de San Pedro en Montalcino, Italia, se encuentra una asombrosa pintura
hecha por Sienes Ventura Salimbeni para una redecoración de este templo entre
los años 1598 y 1614. Esta pintura describe en la parte superior a Dios y
Jesucristo y debajo de ellos Cardenales y otras personas, pero entre Dios y
Jesucristo hay una especie de aparato tecnológico con antenas (parecido al
satélite ruso “Sputnik “).
Estos son
algunos ejemplos de “objetos encontrados
fuera de su tiempo”, pero ¿Qué pasaría si pudiéramos viajar en el tiempo y pudiéramos
traernos a alguien importante a nuestra época aunque sea durante unos pocos
minutos? La respuesta seria de locos pero también muy inquietante, si soñáramos
por un instante ¿A quién se podría traer? A Jesucristo, a Mahoma, a Buda, a
Atila, a Hitler. Si se han encontrado objetos modernos, del siglo XX en
adelante en sepulturas, tumbas o excavaciones de hace miles de años y que aún
no le hemos encontrado ningún sentido de como acabaron en estos lugares, es que
algo o alguien pueda ser un viajero en el tiempo posiblemente de un futuro más
lejano y nos esté dejando miguitas de pan para que encontremos una verdad que aún
no es factible para nosotros. Algún día lo sabremos, ¡espero!
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