En este
mundo hay innumerables incertidumbres que no se pueden explicar e inclusive si
se lleva al terreno de la lógica y la ciencia, no hay ningún tipo de
explicación por mucho que se le de vuelta al asunto para encontrar su raíz.
Este post
está dedicado a los fantasmas, no
solo aquellos que están hechos de ectoplasma, los cuales si hay suerte se
pueden ver y que supuestamente no puedes tocar físicamente, sino también de
aquellos fantasmas que por desgracia
si se pueden tocar, sentir, aborrecer y demás.
Los fantasmas
(aparición) en el folklore de muchas culturas, son supuestos espíritus o almas
desencarnadas de seres muertos (más raramente aún en vivos) que se manifiestan
entre los vivos de forma perceptible (por ejemplo, tomando una apariencia visible, produciendo sonidos, aromas o desplazando objetos como los poltergeist) principalmente en lugares que frecuentaban en vida o en asociación con sus personas cercanas. Wikipedia.
Los otros fantasmas son de carne y hueso, vivitos y coleando, son aquellos que - como explicarlo - no es que inventen historias sino que se las creen y las publican a los cuatro vientos, son aquellos seres que saben más que nadie y hacen las cosas mejor que nadie pero que meten la pata constantemente hasta lo más profundo y se quedan tan anchos como largos y lo dicen con tanta convicción, que aunque les mires directamente a los ojos y les dices "ni te lo crees tú", ellos siguen en sus trece insistiendo en que tiene toda la razón del mundo y que el resto de los pobres mortales no tienen razón alguna. Son seres prepotentes y mezquinos.
¿Nunca habéis pensado que los fantasmas primero tuvieron que estar vivos? Particularmente lo he pensado muchas veces, ellos tuvieron que pasar primero por esta vida para llegar después a ser fantasmas, también creo que para que tengan que volver a este plano, algo deberían dejar inconcluso, cualquier cosa que no les deje descansar en paz, pienso que todo ser vivo es energía pura y como se dice por ahí "la energía no se destruye solo se transforma".
A veces pienso que somos
como un envase con fecha de caducidad, que antes de cerrarse herméticamente se
ha llenado de un potente gas (alma) y cuando ese envase expira o caduca, el gas se
libera.
Pueda que sea un pensamiento hermoso el que podamos tener la posibilidad de tener otra vida aparte de esta, en otro plano, en el que podamos estar libres y poder
ayudar a otros seres, pero también es cierto que esto nos asusta muchísimo
porque no estamos seguros de si hay otra vida, después de esta, aunque todo este tema es muy
discutible. Un día oí “hay que tenerle más miedo a los vivos que a los
muertos”, posiblemente sea verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario